Por Iñaki Olaskoaga

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INTRODUCCION
La PNL resulta atractiva por su poderosa colección de técnicas para el cambio. Este hecho puede llevar a algunas personas, principiantes especialmente, a correr para “colocar el anillo de brillantes” , sin atender a cómo está el dedo (¿doblado, hinchado, escuálido, irritado?). Dicho de otra manera, es importante empezar por explorar cómo está la persona en el presente – único espacio en donde los problemas se complican o se solucionan.

En las siguientes líneas se esbozan algunas razones fundamentales por las que merece la pena centrarse en el estado presente y considerarlo bastante más que un mero trámite previo a la aplicación  de la receta mágica.  Saber profundizar en el aquí y ahora con la persona permite aumentar la eficacia de la técnica, así como evitar la posible frustración derivada de no haber alcanzado el cambio deseado.

Perls y su Terapia Gestalt, Watzlawick,  Dilts, Gendlin y el budismo Zen nos acompañarán en este recorrido.

“ ¡Dadme un punto de apoyo y levantaré el mundo! “ (Arquímedes)

En los cursos introductorios a la PNL, un breve esquema ilustra la perspectiva general para abordar una situación a cambiar:

Estado Presente  (E.P.)  à  Técnica  à  Estado Deseado (E.D.)

Dicho de otro modo: saber de dónde partimos (E.P.),  a dónde queremos llegar (E.D.) y qué vehículo nos llevará de un punto al otro (técnica).

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